martes, 29 de julio de 2008

Viajeros Exoticos

Seguramente a Uds. les resultara de los mas extraño y alocado cruzarse con alguien que cambio su casa por la bicicleta y que a puro pedal decidió recorrer Colombia.
Para quien les habla resulta ya normal, razón por la cual ha decidido hurgar, investigar hasta dar con los siguientes excéntricos viajeros. Lo que sigue a continuación, realmente dejará anonadado a mas de uno.
Me quede encerrado en una biblioteca y encontre un libro de viajes que hablaba del estilo Guinnes, que hablaba de viajes locos. Entre ellos la historia de Pepo.

La vuelta a Colombia en 4 patas.


Pepo aprendió a caminar tardíamente. Recién a los 3 añitos consiguió dar su primeros pasos. La desgracia quiso que fueran en dirección a la piscina vacía del fondo de la casa. No sufrió mayores lesiones que la rotura de tibia y peroné de ambas piernas y un dislocamiento de cadera.
Sus padres, hicieron lo imposible para recuperar al niño. Pero no hubo caso, nunca mas volvió a caminar. De ahí en mas, el actual ingeniero y ex atleta William Carrasquilla decidió encerrar al niño en una pequeña cabaña de la finca. No podía soportar la vergüenza de tener un hijo que se arrastrara en cuatro patas.
Sus ultimas esperanzas se desvanecieron cuando la terapia del doctor Chapatin fracaso. Ninguna recuperación dio frutos y el niño se empecino y hasta desarrollo una envidiable técnica de movilidad en cuatro patas.
A comer- se escuchaba desde el cuerpo central del caserón. Y Pepo con asombrosa rapidez atravesaban los 100 metros que separaban la cabaña de la casa en breves segundos.
Su madre, rogaba a gritos al cura (en sesiones particulares que luego derivaron en un largo y oculto romance) , que implorara a sus superiores en Roma para que materializaran algún tipo de milagro. Era intolerable que el caminar de su hijo se pareciera al de un mono. Lo prefería encerrado que siendo la diversión del barrio.
La abuelita Patrona, fue la única que lo motivo; que lo incentivo a ser un niño alegre, sociable. Logró despertar por él un interés en los deportes. Juntos entraron en el mundo del Atletismo. Pepo competía contra su abuela (campeona Olímpica de los 100 metros de Munich 1928) y siempre le ganaba. La abuela no dejaba de sorprenderse con el ímpetu y la garra del niño. Cansada de correr y perder, opto por regalarle una colección de animales cuadrúpedos para que estudiara a fondo el caminar de tales seres y compitiera con ellos.
Rápidamente la cabaña se lleno de bichos con los Pepo supo entablar una cariñosa relación. Bacano, el caballo enano, Júpiter el conejo cojo, Urrutia la nutria, Juancho el chancho y muchos mas. De ellos aprendió todos los secretos del caminar cuadrúpedo.
Los años de la infancia pasaron. Llego a la adolescencia sin mas amigos que los animales. Sin haber salido nunca de la finca, una atardecer le cambio la vida.
Mientras observaba el sol ocultarse, una mariposa inmortal paso ante su mirada. Súbitamente comprendió que si no podía volar, ni despegar sus miembros del piso, el andar de otro ser seria su manera de vivenciarlo. La Mariposa olorosa (nunca se bañaba, porque las mariposas comunes viven un día y para que bañarse si ya se van a morir) reapareció días tras día mientras el atardecía.
Pepo la envidiaba. Tan livianita, tan libre, tan colorida. Era el espejo de sus deseos. Sus mundos se conectaron y Pepo comprendió que era su salvación, su único escape al encierro al que estaba predestinado.
Juancho el Chancho, luego de la cena, le confeso: - Mañana será la ultima aparición de la Mariposa Olorosa. Ya no regresa jamás. Se ira para siempre a buscar el sitio donde nada es como suele ser y todo como no eres capaz de imaginarlo. Es tu oportunidad, Pepo.
Pepo, no entendió muy bien la mística atribuida por Juancho el Chancho a la supuesta partida de la Mariposa Olorosa. Sin embargo, le resulto curioso aventurarse en la procura de ese lugar tan diferente a todo lo conocido.
Y asi fue que mientras el sol se ponía en el poniente, la mariposa Olorosa apareció mas reluciente y colorida que nunca. Y su vuelo alejándose cada vez mas de la finca, hasta cruzar el alambrado, atravesar un campo de vaquitas. Ya casi indivisible. Freno, se volteo y de sus antenitas salieron dos incandescentes rayitos directo a los ojos de Pepo, que encendieron todo ese cuerpecito mocho. Alborotado, efervescente dio inicio a su caminar cuadrúpedo. Se arrastro presuroso para no perder el rastro de la Mariposa Olorosa, que no tenia intenciones de retrasar su partida.
A cada paso, la mariposa se alejaba un poquito mas. Pero nunca desaparecía del horizonte.
Y asi sucedió, que intentando alcanzar a la Mariposa Olorosa, Pepo recorrió toda Colombia en cuatro patas. Atravesó montañas, se baño en ríos, probó frutas tropicales, los mejores tinto del mundo, se hizo experto degustador de agua panelas con queso. Cruzo todo el Magdalena a bordo una arepa de maíz gigante siguiendo el rastro de la Mariposa Olorosa. Cerca de la desembocadura se lo pudo ver levantando vuelo a bordo de una arepa gigante de la gama de colores del amarillo, que poquito a poco se transformo en una linda mariposa...
Sobrevoló la costa del caribe, dando piruetas y brindando un espectáculo a todo el publico costeño hasta terminar estrellándose contra la ciudad amuralla de Cartagena, por un desperfecto en la preparación de la masa.
In memoria de Pepo, con 4 pies sobre la tierra y la cabeza por los cielos.



Pd: arranque una nueva etapa en soledad. Salento, los flamini y todas esas aventuras y cosas locas que vivimos quedaron atras por el momento. Voy rumbo a Medellin...
Escribo de Filandia, un pueblo con un hermoso mirador, desde el que se divisa la gran mayoria de los pueblos de la región.
Me esperan varios días de camino y varios sitios turisticos para intentar entrar sin pagar. Entre ellos el parque del Cafe. Si todo sale bien, mañana estare bien que hay de raro en ese lugar.
Hoy por lo pronto termine tocando corridos y rancheras con el señor Silvio, un chucho de este pueblo que pasaba por la plaza y se quedo atónito ante el sonido del charango. Se hiper emocionó y fue a buscar la guitarra. Tocamos un ratito.
Antioquia ahi voy...

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