sábado, 5 de julio de 2008

Un sentido homenaje

Hace casi dos horas que estoy intentado hacer esto y no he desistido porque lo que voy a contarles reviste una gran importancia. La foto quedara para mas adelante. He vuelto al mundo de la internet por telefono. No sabia que volveria a sentir tanta impotencia frente a una maquina nuevamente. He aborrecido a este puto modem toda la tarde, hasta concluir que no sirve para una mierda. Pero no os preocupes, aqui va a lo que venia

Mi bolsita querida

Llego la hora de rendirle un merecido homenaje a una gran amiga y entrañable companera de viaje.
Tiene el merito de haber sobrevivido el paso de mas de 6 fronteras, el trajin del viaje, los cambios climáticos. Ha salido victoriosa a las perdidas,olvidos u robos que han sufrido muchos de los objetos y trastos que me acompanaron a lo largo de este camino. Y por sobre todas las cosas, tiene la bondad de poseer una extraordinaria capacidad de adaptación a situaciones bien dispares.

Haciendo gala de su ductilidad, se la ha podido ver paseando por las playas venezolanes albergando las parafernalias de un payaso andariego, ha servido de bolso de mano y ha sorprendido a mas de un desprevino descreido de que todavia este tipo de objetos siguiera existiendo.

Me estoy refiriendo nada mas ni nada menos que a la mitica bolsa de compras rayada con los colores de la remera suplente de elez, que siendo recuperada (por no decir apropiada o robada) alla hace tiempo, de entre las cosas de mi madre, un día se lanzó a la aventura.

Forma parte de esa gran familia, hoy casi extingida, de bolsas no descartables, en las que muchas señoras, amas de casa, domesticas u compradores ocasionales que solían utilizar para ir al mercado (hoy devenido en supermarket), a la verdulería, la tienda o la panaderia.

El 2000 y este mundo descartable dejo atras este particular folklore, esta pintoresca costumbre de barrio de la bolsita de las compras. Y siendo joven aun quien les habla, recuerda aquellas epocas, en las que se sumaba a la bolsa el carrito.

Quien no presencio alguna vez un aglomeramiento de carritos de compras en la puerta de una verduleria. Vestidos de flores, ruleros, bolsa de compras y carritos. Luego vinieron los super y los chaguitos y ya nada fue lo mismo. No se que paso, pero eso ya se perdio.

Y ud diran, este tiene menos de 25 y ya esta melancolico. SI y que, algun problema. Hoy en dia ( y me pongo los ruleros en el pelo) te enchufan bolsas de plastico por todos lados, cuando uno quiere darse cuenta tiene dos cajones de la alacena lleno de bolsas. Hubo epocas de crisis en que en la panaderia te cobraban la bolsita o mismo en el supermercado Dia, que siempre tienen problemas para todo, incluso para el cambio. Sin embargo, esas coyunturas no pudieron hacer reaparecer la tradicion de la bolsa no descartable.

No se bien porque, mi entranable bolsa rayada formó parte de la delegación interminable de objetos que emigró de Buenos Aires. Lo que si puedo afirmar, es que hoy en dia tiene el honor de ser unas de las pocas cosas originales que todavía conservo desde el día que partí. Hasta hace un tiempo compartía el título con un calzon agugereado, que deje secando al sol, encima de una carpa, en la playa chuao, venezuela y olvide sin quererlo.

Esta bolsita, ya es parte fundamental de mi existir. Y la quiero porque sabe adaptarse a todo. Es valija de payaso, es bolsa de compras, es deposito de comestibles, frutas u cualquier cosa que no tenga cabida en mochilas, bolsos u valijas. Tiene la gran particularidad de albergar el caos sin que se note. NO hay necesidad de organizar lo depositado. Todo cae y va tomando parte del espacio que le toca.

Y no solo eso, sino que todo permanece a la vista, sin posiblidad de caer o perderse por ahi. Es resistente al peso excesivo y por sobre todo es muy agradabable a la vista. Apropiado para salir de noche y tener donde guardar el abrigo. Llama la atencion,pero nadie intentara robarsela. Y cualquier lugar es bueno para que descanse.
En fin, para terminar voy a desmentir antes de que aparezcan aquellos criticos y detractores de mis escritos. No, no y no. No estoy en colombia haciendo contactos para abrir una fabrica de bolsas de compras rayadas. Ni lo escrito es para ir captando a los melancólicos a retomar los viejos habitos de barrio. Es una forma de invertir el tiempo en algo absolutamente estúpido y estéril como halagar una resistente y viajera bolsa de comprar.
Por este y un monton de otros motivos que en este momento no se me ocurren, pero les prometo que pensare, imploro por una larga vida a mi bolsa rayada. Toco madera ante la desgracia que puede conllevar este homenaje( perderla en la proxima salida).

Les deseo a todos que encuentre su bolsita companera ( cuidado con las blancas).

Pd: in memoriam del carrito de compras encontrado entre los cachivaches de la terrazade casa y puesto a funcionar como transportador de otros cambalaches, que supo ser trailer de mi bicleta y que un pozo asesino acabo con su utilidad, quebrandole el eje, condenandolo al retiro forzado del mundo del circo.

desde el mercado de abasto de manizales, menzo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahhhhhh.....
mira donde andaba la bolsita que tento buscaba !!!!!