lunes, 6 de abril de 2009

Enguayabado. Cronica de un exorcismo anunciado y necesario




Con los pelos de punta


Esto supera la mala suerte, la mala hueva, tendria que convertirse en un hito
en la historia de la yeta y la desgracia. Podran aducir que todo es producto de algun antecedente, pero para que tanto problema junto y seguido. No hay tregua, ni respiro. Cada dia una nueva sorpresita regala esta caja de pandora llamada Pulenta, mi moto roja, que me trajo al caribe y aqui parece que me dejara. Ha sido victima de una epoca de serios descuidos y poca manutencion. Pero hace ya rato, casi 1 mes, que comenzaron las operacion quirurgicas, las idas y venidas al mecanicos.
Varados en el tiempo esa es la cuestion. Una paradoja, una maldicion. El cumulo de desaires e infortunios que dio inicio a nuestro viaje en moto dio pie a que, como divertimento, nos autoproclamaramos Varados. Y ahora el colmo, lo que faltaba hace su aparicion.

El fin de una epoca, casi 3000 km sin visitas al mecanico.

Todo comenzo con una serie frenadas del motor en medio de la troncal del caribe, camino a trabajar. Fueron unas 3 o 4 veces, que el motor se freno y toco ver como volverse o conseguir un mecanico en medio de una ruta, que recompensa la desgracia con la vista al mar.

Cambiando un poco de tema, aunque no tanto. Hoy paso el basurero en Palomino. Uds diran, que tiene de raro. Es normal que pase. Eso creen porque no viven aqui. En el mes que llevo en la casa donde estoy, no lo he visto pasar. Y hoy justo se le ocurre pasar, por una calle, que a lo sumo circularan unos 3 o 4 diferentes a la semana. Una picukp destartalada que va a buscar madera al rio y alguno que otro, nadie mas, si no hay autos...
Hoy tuvo paso el basurero justo en el momento en que sali a buscar aceite y resolver las ultimas cuestiones. Hoy que me iba, que tenia todo listo, todo preparado y la moto super cargada de equipaje, bonita que se veia, despues de 1 mes de terapia intensiva, de estar grave, de agonizar y recuperarse repetidas veces.
Una piramide de cosas en su haber y la dificil estabilidad motivo trasladarla al otro costado de la calle ( una callecita de tierra sin veredas obviamente, arbustos y unas pocas casas). Justo hoy que pasaba el basurero. Dicen que pitaron 10 minutos para que sacaran la motico que obstruia el paso. Porque pasar por las 3 casas que faltaban del recorrido por esa cuadra era mas importante que dar la vuelta manzana.
Cuestion qeu quien sabe como, los recolectores bajaron... no teman, no la subieron al camion... sino que decidieron correrla. Segun ellos cuidadosamente. Segun los hechos no tanto. A mi regreso de la ferreteria, la palanca de cambios acabo con mi trabajada paciencia, con mis rezos al todopoderoso para que se acaben los problemas con la moto. Estaba quebrada. Uno mas, pero no, no es uno mas cuando estas a punto de irte, despues de 3 meses en mismo lugar, de los cuales mas de 1 te pasaste vuelteando para todos lados por la moto.

"El dia de mi suerte cuando llegara"

Ayer cuanto todo parecia estar solucionado, aparecio un problema en la rueda, el fin de semana solucione las luces, la otra semana fueron 4 dias de ir a ver al viejo manco, un gordo vieja guardia, de un pueblo vecino, que toda la vida se arrepentira de haber aceptado arreglar la moto. Le dio mas trabajo que la chucha, por estupidos incovenientes, que nadie puede creer que aparezcan. El manco, que siempre trabaja sentado, porque no se puede mover y su ayudante el calvo. Un duo comico, que se les acabo la paciencia al corroborar que una mano negra habia detras de esa moto...


Respire profundo, dije, no hay mal que por bien no venga. Mejor que se rompa aca y no en la ruta. Cruce al otro lado del pueblo con la palanca en mano a soldar lo que se habia quebrado. El trabajo quedo impecable: todavia habia certeras esperanzas de salir hoy.

Y hete aqui el punto de mi actual desgracia. El error que faltaba: Sacar el cable, o la guaya de los cambios. El cable obviamente salio, pero el grado normal de desilache, hizo que no entre por mas de 3 horas de repetidas intentonas. Logre reponerme de la resignacion y Volver al unico mecanico que tiene la misma moto en 90 km. Me sugirio ir a un pueblito cercano a conseguir la guaya. Es un cablecito de mierda. O sea la moto estuvo a punto de fundir el moto, de romperse la rueda trasera, de caducar en el funcionamiento de las luces. Todo se soluciono y ahora este cablecito me deja aca tirado.
En Marquetalia, el pueblo del que les hable, donde habita la senora que vende los repuestos, no habia la guaya que necesitaba, ni tampoco las habia en ningun pueblo cercano. Solo en Santa Marta. Como concebir el tamano del cansancio emocional, de reponerse ante tanta yeta. Diran que no es tan grave. Que es solo viajar dos horas de ida y dos de vuelta para conseguir un cablecito.

El chofer del camion de basura nego rotundamente la autoria, pero se ofrecio a colaborar en la macgivereada caribena. Lograr meter que una guaya toda echa verga atraviese un cableado interno y salga por donde deberia... Se armo una convencion de gente en la puerta de la casa. La guaya finalmente entro, pero no salio. Si esta perdida en el submundo interno.

Sera que tendre que hacer el ultimo esfuerzo, viajar 4 horas para conseguir un cablecito de morodanga o sera preanuncio de un final anunciado. La moto se comio el cuento del cartel que flamea en la parte trasera: rumbo al caribe. Aqui llego y no se quiere ir...

Debo reflexionar con mi almohada floreada si vale la pena seguir lidiando. La torre de babel puede desmoronarse hasta cuando ya parece todo finiquitado. Asi es la vida del viajero. Cambia todo cambia. Acostumbrarse a resignar rumbos. Iba a Cartagena, pero quien sabe, en esta vida nunca esta dicha la ultima palabra...

Arriba los corazones. Volvere al viejo invento de leonardo.