Lo que hace una lluvia

Me agarro la lluvia, mientras hablaba con un gran amigo que esta por tener un hijo. Y asi, esperando que escampe para seguir viaje, se vino la noche. Uno fresco, sin hacerse mayores problemas, confiado en que las soluciones apareceran.

Algunos detalles menores: estaba en Montenegro, un pueblo del Quindio, cerca del Parque del Cafe. No hablaba en vivo y en directo, si no por internet. Que se le va a hacer, asi toca en esta vida errante. Y mientras veia la pancita hermosa creciendo de la futura madre, un grupo de niños se agolpaban en la puerta del ciber. Miradas curiosas, comentarios desprejuiciados, fueron llevando la situacion a la invasion absoluta de una privacidad que hace tiempo he perdido con esto de ser un bicho raro llegando a donde sea, en una bicicleta llena de bartulos.

MI paciencia termino por agortarse. Pero no asi la curiosidad de estos niños que continuaron metiendo sus narices, hasta el punto de terminar todos agolpados al lado de la computadora.

Sali confiado en que la noche no seria problema para llegar al pueblo siguiente: Quimbaya. Unos 10 km. Varios niños montados en sus bicicross, se pegaron a mi andar y fueron haciendo de guia y consejeros.

Descolgamos una cuesta y al llegar a un puente la carretera se volvio totalmente oscura. Para colmo seguia una subida imposible de descifrar su final. El pecoso, me hizo la cabeza con que no daba para seguir camino, te pueden atracar, esta muy oscuro, es peligroso.
Hice dedo un rato, pero ni agua. Mientras esperaba que alguien se apiade y me suba pegado ( asi es que estos niños suben y bajan las cuestas. Se le pegan a un camion y van agarrados del guardabarro), me contaron su hazañas en bicicletas.
Meros viajes se mandaron pegados a camiones....
Continuara.. cierra el ciber