miércoles, 3 de junio de 2009

Hoy me voy



A donde vas, hoy me voy, dice un tema de Sargento Garcia y ya no hay tutia ni vuelta atras. Estoy en Maicao, el mercado persa de Colombia, ciudad fronteriza, fea y caotica. Cuidad que mejor olvidar para recordar a Colombia en su esplendor.
Volvi a la ruta, ahora con varios muertos a cuestas. Disfrute bastante el camino desde Palomino a Rioacha. Muchos rios y mucha agua. Pero hasta cierto punto. La naturaleza es abruta. A veces abunda y sobra, y otras escacea. Me bane en 5 rios en 50 kilometros. Degluti cuanto mango pude. Acalorado y casi calcinado divise un cocotal a la vera de la carretera cerca de Puente Bomba, y pase a curiosear. Unos ninos me brindaron varios cocos, me llevaron a conocer las mangas y de postre aseguraron tener un tacho lleno de nispero. Uy que delicia, que linda despedida. Esa miel dulzona, esa pulpa suavecita que se deshace en la boca, eso es sabor caribeno. El Nispero...
Me fui antes de cagarme encima y unos 15 km mas Adelante el clima cambio por completo, la abundancia se convirtio en escacez. No mas frutas, poca vegetacion, mucho viento. Falta de agua. Zona de rancherias wayuu, caminito de tierra que se abren entre los matorrales, chaparrales de arboles pequenos al costado de la ruta.
Senderos, que apenas se puede ver hacia donde van, pero que dirigen a comunidades wayuu. La sierra ya no se divisa en el horizonte, el horizonte es un sin fin de esos arbolitos de nos mas de 2 metros. Se siente la sequedad en el ambiente. Los ojos de agua son oasis que aparecen cada tanto.
El tupido chaparral da lugar cada tanto a campos de pastoreo de sebus.
Eran como las 5, eso creo y recorde que pronto llegaria a un pueblo que supo ser el comienzo de un dia desgraciado, una manana que volviamos con la moto desde Rioacha y pinchamos en reiteradas ocaciones.
La primera oportunidad fue en Perico, un caserio negro a unos 25 km de Rioacha. Esa vuelta la señora Modesta, una negrona, de 65 pirulos que vive en la primera casa del pueblo, tiene mas de 10 hijos y otras decenas de nietos, nos sirvio un desayuno y conversamos un rato mientras poniamos un parche de bicicleta a la moto. Como suelen ser, los negros, siempre de buen humor, mas desenvueltos, desprejuiciados. La senora nos hizo pasar un buen rato, contandonos historias de sus hijos y siempre recalcando que una de sus hijas trabajaba en no se donde en Rioacha y le mandaba el carrotanque de agua, por eso tenia agua. Porque agua era lo que faltaba por ahi...

Esta vuelta llegue atardeciendo, un pocoton de pelados, me divisaron a los lejos y gritaron ahi viene un gringo, un turista. Pregunte por la abuela y se acordo breve de mi. Los ninos resultaron ser una nota, super divertidos. La senora Modesta los obligaba a que me canten versos del Monti Maestre, un vallenatero de por aqui. Y le hacian, nunca supe si improvisaban o copiaban, pero le hacian con estilo.
Dormi en un kincho y al amanecer rumbee para la laguna de los flamencos rosados por un camino de tierra todo trajeteado por la lluvia y la caminada de chivos. Por partes se volvia arenoso y me tiraba la cicla. El sendero se abria entre medio de esa arboleda caracterista de la guajira. De repente se abria y daba lugar a la laguna, que en epoca de sequia se convierte en en salar. Alli habitan estos bichos de pies largo, cuello mas largo y pico punteagudo. Descanse en un cayuco semiderruido. Cai en la cuenta de que habia cambiado abrutamente de clima y paisaje. La antitesis del piedementonte de la Sierra Nevada. Aqui comenzaba otro mundo, el wayuu...
En fin, luche contra el viento, las rafagas huracanadas, el sol y finalmente llegue a Rioacha...

De vuelta en Maicao, di una ronda por el mercado, tome mi clasico desayuno colombiano, avena con banano y panela, aguacate, tomate, cebolla, queso y arepa, tomes una chicha. No se que me falta, un sancocho, unos frijoles, una arepa e huevo, un buen tinto, un juguito de algo raro, comer frutas tropicales hasta saciarme, un arroz de camarones, natilla, mazamorra, arepa paisa, pure de malanga, con platano, auyama y yuca, patacones, uy, podria seguir la lista hasta el hartazgo.

Muchas cosas voy a extranar de esta colombia maravillosa. La calidez de mucha de su gente, la hospitalidad, la diversidad de lugares y culturas, el regionalismo marcado, los rios de aguas calientes, claras, oscuras, de montana, de plan, turbias, cristalinas, las playas paradisiacas, las montanas, las subidas y bajadas, la gama infinita de verde, el cambio de clima en cuestion de horas, el verano eterno...


Hasta una proxima ocasion, con toda la buena energia, rumbo a la frontera.


Pd: ayer fui al das, me trataron bien, me desearon buena suerte, pero no me soluciono nada. Me dio ganas de cagar y puedo decir, me cague en el Das. Era un sorete amarillento, con filamentos de mango y algunas semillas de nispero.

Pd2: siempre agradecido a toda la gente que conoci en el camino, que me tendio la mano, que pude aprender y compartir, que me brindo alojo, comida, uy infinidad de encuentros.

pd3: de todo lo que se habla de Colombia, pocas cosas son verdad. Toca entrar y conocerla. De politica mejor no hablar, porque ahi si empezare a hablar mal.

No hay comentarios: