lunes, 22 de junio de 2009

Caracas: la meca del caos



Que drasticos pueden ser los cambios. Hace un mes disfrutaba todavia la tranquilidad de Palomino. Comia mangos recien caidos del arbol, cientos de mangos. Bananos, platanos asados, hervidos y patacones. Iba al rio a menudo. Casi toda nuestra alimentacion era producida en la zona. Entraba y salia de la casa sin tener que tocar timbre ni atravesar rejas. No veia edificios, ni semaforos. Mucho menos trancones o bocinazos.
Aguantaba si el Vallenato entremezclado con el sonido de los pajaros. Comia rico y barato hasta empacharme.

Pero todo cambia. Llegue a Caracas para comprobar que la ciudad se ha convertido en un monstruo infernal que nos devora, no engulle y nos deja con los colmillos preparados para defendernos de cual amenaza que se avecine. Ahora vivo en un piso 19. Para salir a la calle toca atravesar la puerta de la casa, dos rejas hasta el ascensor, bajar los 19 pisos y esperar que el seguridad te abra. Vida de edificio, vida de ciudad, vida de encierro. Por suerte quienes me dan alojo son bacanos, hospitalario y vivir en un piso 19 queda en segundo plano.
Desde la ventana se ve la ciudad, los cerros y los domingos te despierta un camion con ofertas 10 platanos por 10 bolos. Salgo solo para irme, porque me desespera supremamente hacer todo ese trajin para entrar y salir.
Nunca habia vivido en edificio y sin duda son carceles: nadie conoce a nadie, no se sabe ni quien vive al lado. Y por suerte cada vez afirmo mas que aqui en esta ciudades prodidas, llenas de gente y de problemas no esta el futuro, ni el mio, ni el de muchos. A volar mi amor.

En caracas es mas barato tomarte un tanque de gasolina, que un litro de agua, es mas barato comprar una garrafa de gas que alquilar un bano para tirarte un pedo tranquilo, 40 viajes en metro que comprarte una arepa con queso. Si son inequidades absurdas en la capital del pais del oro negro.
Dinero facil, poco esfuerzo. Me decian que la gente se acostumbro a esa logica petrolera, de la extraccion. Como si todo fuera una teta y solo hay que exprimirla. Los precios vuelan sin logica alguna. La plata circula porque no vale nada. Las monedas literamente no sirve para nada.
La ciudad es un hormiguero de carros de todos los tamanos, edades y sonidos. Ni hablemos de los motorizados que andan siempre con un petardo en el ojete, super estresados. Aqui los viernes y las horas pico se forman colas interminables.
Si hay un accidente en la via Caracas Valencia, el trancon puede durar hasta cuatro horas. Esta desborado de carros. Y hay una escacez alamarte de bicicletas.

Pedaleando por la ciudad soy un jinete en dos ruedas, quijoteando las calles caraqueñas, un solitario ciclista que provoca atonitas miradas a su paso, un loco suelto en esta ciudad tomada por los autos. He andado pa arriba y para abajo, en todos los horarios y siempre en soledad. Dificil fue hallar entre medios de esas avenidas alocadas otro ser en dos ruedas.
Del Paraiso, pasando por Quinta Crespo, Nuevo Circo, La hoyada, Bellas Artes, Sabana Grande, hasta la Bandera, San Agustin, Chacao y Chacaito, expreso Pirula sin horarios ni sin problemas. Y las miradas me sorprenden. La gente no concibe que la bicicleta sea un medio. En un pais donde el petroleo es regalado solo un idiota como yo, se le ocurre andar en cicla, creeran.
Me he divertido tanto mirando esas caras de asombro, cuadras y cuadras enteras de gente dandose vuelta a comtemplar lo nuevo de lo nuevo, el bici taxi en caracas. Pirula, un acompanante en la parrilla y quien les habla. Hasta 3 hemos andado y estoy vivo, ileso, sin accidentes.
Va pendiente, mosca, saben decirme. Caracas es una ciudad peligrosa. A las 9 muere todo. A las 11 cierra el metro y no se ve nadie por ahi. La gente no camina la ciudad, hay miedo. Todavia no han podido parar el nivel de violencia. La he andado de noche. Me he sentido dueño de esas avenidas solitarias de madrugada, que al salir el sol vuelven a ser caoticas, donde reina el salvese quien pura y la ley del mas fuerte.

Asi y todo no tengo mucho de que quejarme. He encontrado mucho amigos que no veia hace tiempo. Confluyeron todos esas almas errantes el Nuevo Nuevo Circo de Caracas, una plaza de toros que duro tiempo abandonada, fue restaurada y luego tomada por gente de circo y otros colectivos culturales para darle convertila en un espacio artistico alternativo. Un espacio super grande, estrategico y donde hay mucho por hacer.

Caracas y el coño e la madre mamahuevo. Aqui pasan cosas extranas. Ayer domingo cerca de las 9, en la puerta del metro haciendo una llamadas pudimos escuchar una amenaza telefonica a todo volumen, a grito pelado. Nada importa. Un man amenazando a quien sabe quien, frente a monton de personas que no pudieron reaccionar a tiempo. Luego pago la llamada y todo volvio a la normalidad.

Pronto hare un impass en mis aventuras sudacas. De repente quede algun recuerdo visual de todo eso.

Atte Demian, con coma harinico. HIppi come pan, en caracas come pan. Una baguette es mas barata que un cigarro. Paradojas de no creer.

1 comentario:

Rubén Battión dijo...

Hola Demian !

Tus relatos son de una descripción notable, con fluidez, estilo, amplio. Ha sido un gusto sincero lo que la lectura depara. Yo te voy siguiendo con mucho interés por lo que dices y la forma en que lo haces. Y con un poco de envidia !

Rubén Battión Argentina